Al baño María

No pretendo compasión, ni pretendo sonrisas piadosas, de hecho no pretendo.

Anhelo lo mas preciado de cada ser, ese algo que te hace vibrar, no quiero pensar ni quiero dejar la mente en blanco, he de ser calculadora, no se me da mal, soy una de las personas mas frivolas que conozco. Hace poco, relativamente poco, no me importaba mentir para conseguir lo que quería, me daba igual. Maquiavelo me enseñó que todo fin justifica el medio. Ahora ni eso, aunque sigo siendo de hierro, me forjaron con hielo, el hielo acaba derritiendose y la única solución que encentro es encerrarme en un congelador con la esperanza de no tener que volver ha hacerlo.

Deseo tanto que mi mente y memoria no son capaces de asimilarlo, deseo ser alguien, ser mucho mas que cualquiera de los que están a mi alrededor, algunos me tacharán de egoísta, otros de prepotente. Admito las críticas únicamente por que las mías son peores, se defenderme, se dejar a alguien ridiculizado con tan solo la palabra, poderoso instrumento que me ha enseñado que con las palabras mueven el mundo. Se han desatado guerras por una mala interpretación. Me quedo con esa frase.

tengo ganas de demostrarle al mundo que Halia no va a caer, que me sostiene el viento como si se hubiese confabuldado con el demonio, que hay algo que me empuja a seguir, y se lo que es. Cada día lo tengo mas claro, saber que en esta vida he luchado lo suficiente como para salir airada de toda situación. Y cuesteme lo que cueste seguiré con la frente bien alta esperando mi lugar en el mundo desde el que poder ver a todo aquel que en otro tiempo me humilló.

Solo rezo para que no salga el viento Sur por que es ese viento el que adormece al demonio que me guía y me hace perder los nervios.