Al baño María

Cada día se confirma, no hay secta más cerrada que un partido político. No hay un nosotros más cuadriculado, no hay una fraternidad más hermética y no hay secta, fraternidad o partido, que pueda compararse en esto al Partido Popular.

El PP es un gallinero, es una merienda de negros, es el campo de todas las discordias, pero solo hace falta que la palabra corrupsión se pronuncie para que se nos muestra más unido que la familia del honor de los Prizzi. Es una especie de conjuro con efectos mágicos; si la corrupción afecta a sus adversarios (PSOE principalmente) lo que une a los populares es la ética, los principios democráticos y los valores de nuestra nación y en su nombre hay que exigir responsabilidade spenales civiles o políticas, igual da, pero responsabilidades al fin y al cabo.

Si por el contrario la corrupción afecta a los propios, a los de dentro de casa, entonces hay que fortificarse en el castillo cubriendo todos los flancos. En dicho caso, la corrupción pasa a segundo plano, ya no es lo importante. Lo realmente importante pasa a ser defenderse del que denuncia la corrupción arrojandole lo que se encuentre a mano sela lícito o no.

En estos momentos los valores, la ética y los principios ya no tienen autoridad, es decir, que el PP en estos casos practica lo que tanto denuncia; el relativismo moral. No obstante por desgracia, esta penosa estrategia es habitual en todos los partidos aunque el PP saque matricula de honor en el mentado campo del cinismo.

Encontramos el frente de las dimisiones en Madrid y el "agrupemonos todos" en Valencia, donde cada cual, donde dijo digo dice Diego. Todos muertos de miedo por que cualquiera sabe lo que aún no se ha desvelado del caso Gurtel. Ellos siguen adelante por que como pensaron posteriormente al 11-M "la gente traga todo".

Así navega en España la doble moral de uno de los dos partidos políticos predilectos. Practicando un código moral para los nuestros y otro código moral para los adversarios. Una imágen lamentable de nuestros partidos de cara a la sociedad.

Pongamos un poco de humor a tal lamentable situación a continuación: