Barcelona is different - 1º Parte
Sobrevolando la capital catalana pude situar La Monumental, Las Ramblas, El paseo de Colón con su monumento al mísmo, La plaza Cataluña, la calle del hostal que nos aguardaba y el gigante que emergía entre los edificios, aquel que me esperaba con los brazos abiertos, el Camp Nou y las inmensas instalaciones con las que cuenta la Ciudad Deportiva del Cam Barça.

Al aterrizar algo había inusual en el entorno, no era Santander, era Barcelona y se notaba. Los taxis ya dejaban clara la hubicación y el acento catalán de quien hablaba en castellano era delatador. Cogimos un autobús que costaba nada menos que 5€ hasta la Plaza de la Universidad donde se encontraba nuestro hostal. El Chic & Basic Tallers estaba en una calle típica  del centro. Deshicimos nuestras maletas y rápidamente quise empaparme de las maravillas del Barrio Gótico.

¡Qué calles! ¡Qué barrios! ¡Qúe plazas! Me enamoré de la ciudad en tan solo 4 horas, ¿Cómo puede haber tanta tranquilidad y belleza en una ciudad tan concurrida? - Me preguntçe - ¿Cómo puede alguien negarse a visitar una ciudad como Barcelona solo por sus ideas políticas? - Mentes cerradas al ojo del razonamiento y el bienestar sin duda alguna fué lo que me respondí. Callejuelas de 2 metros de anchas contaban con tiendas de H&M, Massimo Dutti, Custo Barcelona, galerias de arte preciosas...¡No acabaría nunca de mencionar los establecimientos que llamaron mi atención!

Salios a Las Ramblas, plagadas de vida y movimiento tan cercanas y a la vez tan lejos de la tranquilidad que se respiraba a tan solo 50 metros al Este. Las caminamos hasta el puerto donde sentados en el borde con las piernas colgando sobre el Mediterráneo pude darme cuenta de que era la primera vez en mi vida que contemplaba el Mediterráneo. Las panorámicas desde mi situación eran espectaculares, no sabría como describirlas. Realizamos un buen reportaje fotográfico y cogimos un autobús hasta el Parc de la Ciutadella que yo había visto muchas veces por Internet pero eso no bastaba para dejarme atónita cuando tube ante mi la Cascada con la Cuádriga de la Aurora bañada en oro coronando la foto. ¡Qué maravilla!


Tras salir del parque quise probar la experiencia del metro, aunque no era la primera vez que la experimentaba, sabía que no iba a ser como en Bilbao o en Madrid. Era cierto, el metro de Bilbao me había sorprendido por lo limpio y nuevo que estaba pero no era de extrañar teniendo en cuenta que era el más moderno. El de madrid cumplí mas las reglas del tiempo y el uso, estaba un poco dejado y el calor era infernal, en Barcelona por el contrario estaba muy cuidado y limpio y tenía ya más de 80 años (La primera línea se inauguró en 1924). Era rápido y estaba magistralmente bien conectado. Llegamos hasta la Plaza Cataluña en tan solo 3 minutos u desde ahí caminamos bajo la noche por todo el Paseo de Gracia.

Mi objetivo era claro, quería tener un contacto nocturno con la Casa Batlló de Gaudí. Sabía que merecía más la pena ver su fachada de noche que de día y no me defraudó en absoluto. Nos sentamos en un banco justo bajo su fachada y con la cabeza a pollada en el respaldo estuve cerca de un cuarto de hora admirando esa fachada que parecía sacada de un sueño modernista. En efecto modernista era, pero lo que me transmitió esa fachada iluminada que dejaba a los colores tomar vida tampoco puedo explicarlo con palabras.

Tras la cena en la que pude tener el primer contacto con una verdadera ración de pa amb tomáquet, fuimos al hostal a descansar, el día no daba para más y nuestros cuerpos menos. Viendo la televisión yo no dejaba de pensar en lo que iba a disfrutar al día siguiente, sabía que iba a ser inlvidable pero no hasta tal punto. Iba a cumplir uno de mis sueños, pero eso lo contaré más adelante.
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2 COMENTARIOS:

aeropuerto de barcelona parking dijo...

Interesante! Saludos

Anónimo dijo...

a ver, barça is diferent no es objetivo maria, eso no puede ser maria teresa!!
Jorge Says: "mes k un club, es un puticlub" jajaaj k caxondo el vaskito!

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