Hace tanto que no escribo una entrada nueva que tengo
demasiadas cosas que escupir y no sé cómo hacerlo ordenadamente y sin que nadie
se conceda la importancia que no tiene.
He malgastado demasiado tratando de cambiar las cosas que no
me gustan del mundo. ¿Para qué? Ahora sé que absurdamente, las cosas son como
son, pero eso no evita que se escapen a mi crítica opinión. Me importa más bien
poco cómo obren personas que no considero a mi mismo nivel, pero como lo hacen
públicamente estoy en mi pleno derecho de escribir públicamente lo que voy a
escribir. Últimamente las redes sociales comienzan a engendrar en mí una
especie de bucle de risa y vómito mezclado con vergüenza ajena. Lo que
podríamos denominar “ascazo”. ¿Por qué digo esto? Me explico:
Se ha llegado a desfigurar tantísimo el concepto del “amor”
que pienso que existen amores hasta de 5 minutos. Leo cada paripada que realmente
empiezo a pensar aquí la jauría de turno sale desesperadamente a buscar el amor
entre copa y copa para tener un Tweet bonito que poner ¡Es alarmante! ¡Hay
personas que se enamoran cada 3 meses! (Y estoy siendo bastante generosa poniendo
tanto tiempo)
No obstante, aquellos a los que me refiero tienen
preocupaciones tales como “que me haga juego el rosario con el cinturón de
D&G” o “tía, tía, tía que fuerte lo que sé, drama-dramón”, creo que dice
bastante del colectivo al que hago referencia(Aquí es donde varios se conceden
la importancia que citaba antes y pensarán “Tú hablas mucho, pero bien que te
refieres a nosotros” en efecto, si, y lo hago porque sé que no pueden pasar sin
leer lo que escribo).
¿Soy mala malísima por escribir esto? Seguiré pudiendo
dormir, porque lo que otros llaman ser mala, yo lo llamo ser inteligente. Sé
que decir, cuándo decirlo, cómo decirlo y a quién decírselo. Otro tanto de lo
mismo en referencia a cómo actúo.
Hago una pequeña previsión diciendo que, cuando el mundo de
yupi de las personas a las que me refiero se desmorone por completo y vean que
viven en un mundo en el que, por suerte o por desgracia, todo se mueve por
dinero e interés (y si, el amor también entra en el interés) harán dos cosas: O
recoger los pedazos de su mundo de yupi eligiendo ante todo ser falsamente
humildes y felices o empezar a darse cuenta de que a veces hay que callar la
boca y poner el esfuerzo en no cometer errores que te impidan sacar el máximo
beneficio de algo. Porque tal vez plantarle cara a un jefe o hablar de algo que
no sea trabajo no sea la mejor opción para conservar ese trabajo y tal vez
aunque el jefe no tenga razón, por narices debe tenerla si la nómina a fin de
mes llega. Así lo hago yo y tal vez por eso estoy exactamente donde me he
marcado estar ahora mismo laboral y personalmente.
Hay quien me ha acusado de cobarde por no arriesgar en eso
del amor de 5 minutos y hasta me da la risa. ¿Para qué voy a arriesgar nada en
algo si no me reporta un beneficio? Ni se cobra de la amistad ni se come del
amor. Yo arriesgo sólo donde se que hay algo que el día de mañana me hará ser
mucho más de lo que soy ahora. Lo otro, con 15 años pasaba, ahora ya no.
Las amistades, las justas y necesarias, las que de verdad
importan y no esconden la cabeza cuando la han cagado y los amores, sólo cuando
sean de verdad, cuando tengan algo más que serrín y gomina en la cabeza, cuando
sean lo que creen que son, hombres y no niños.
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