El muerto al hoyo...

Nunca he visto a nadie triste por estar muerto es una frase muy común de nuestro amplio repertorio de dichos populares. No obstante, el protagonista de la noticia que a continuación relataré, un buen día dejó de darle sentido a esa frase.

Empezaremos por el final, como homenaje a mi querido Gabriel García Márquez. Después de una noche de juerga y desmadre, al llegar a casa de mañana y ver en el portal tu propia esquela puede hacernos pensar “Es fruto del estado de embriaguez que cargo sobre mis espaldas”. A nuestro curioso protagonista, Félix, no le sucedió eso (y no precisamente por que hubiese tomado pocas copas) si no por que era cierto, le habían dado por muerto.

El por qué de esta situación tiene su correspondiente explicación, la cual podemos resumir en un equívoco a la hora de coger su americana para dar por finalizada la noche. Otro hombre que se encontraba en el mismo local y que poseía una americana idéntica equivocó la suya con la de Félix, llevándose consigo todos los objetos personales de nuestro protagonista.

La mala suerte, o tal vez el alcohol, quisieron que ese hombre sufriera un accidente de coche donde perdería la vida. Su cadáver era irreconocible, por tanto, se guiaron por la documentación de la cartera que se encontraba en el bolsillo interior de la americana equivocada, en el asiento trasero del coche del difunto.

De madrugada, la esposa de Félix, recibió la fatídica noticia de que su marido había fallecido en un accidente de tráfico y fue requerida su presencia para un reconocimiento que finalmente no pudo darse debido al mal estado en el que se encontraba el cadáver, como anteriormente ya he mencionado.

Los preparativos del funeral se pusieron en marcha, lo que nuestra querida “viuda” desconocía era que su marido estaba aún en un after alargando la juerga, mientras familiares y amigos de Félix velaban por su cadáver.

Félix, al ser consciente de la gravedad del asunto pues el churrero del barrio fue quien le sacó de dudas tras ver su esquela en el portal “¡Félix pero si te están enterrando!”, acudió al tanatorio donde su mujer se desmalló al verle.

Hasta aquí, la noticia no deja de tener su gracia, lamentablemente la segunda parte de la misma es cuanto menos preocupante. Su mujer comprendió que Félix no estaba trabajando, como él mismo le había dicho la noche antes del fatídico equívoco, motivo por el cual el matrimonio se separó. Félix recibió una reclamación judicial en la cual su ex mujer le pedía los 2.500€ de su propio funeral.

Es decir al hombre no solo le dan por muerto sin tener culpa algún si no que por un ataque de cuernos de su maravillosa esposa, le reclama los gastos de su propio funeral. Siendo más alarmante y preocupante todavía que en España te puedan enterrar así como así, sin practicarte una autopsia y que tu ADN demuestre que el muerto corresponde a su viuda. Sin dejar de mencionar además que, Félix fue condenado a abonar a su ex mujer los 2.500€ que ella reclamaba por, en palabras del juez “faltar a la verdad a su esposa”.

Maridos y esposas de España, piénsenselo muy bien antes de mentir a sus correspondientes señores o señoras, ya que, en este nuestro bonito país, hay jueces que consiguieron su título en la Tómbola de Marisol.

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3 COMENTARIOS:

Lo hice yo dijo...

Pfff q fuerte tu xD, alucinaa!!! en vez de alegrarte porque esta vivo, tienes la sangre fria de denunciarle por haberte mentido!!
pero me queda una duda.. el puso los cuernos o es lo que ella se imaginó?

Tiberio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Tiberio dijo...

En Brasil, creo recordar, se dió un caso similar a éste, en el que se identificó al presunto difunto por parte de la familia.Ëste, mientras, andaba de farra por ahí, algunos con los que se cruzó le comentarón que le creían muerto.El caso es que el día del entierro apareció por el Camposanto ocasionando las correpondientes estampidas, desmayos y conmociones.Eso sí, bolinga.

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