Al baño María

Verdaderamente es un tema que dará que hablar, no solo en este blog, sino generalmente en todos los rincones de España.

Se ha hablado una temporadita de el Villarato, de sus favorecimientos y sus desfavorecimientos, las portadas que este tema ha llenado son innumerables. El Barça comenzó a estar a la altura de La Pantoja, llegando incluso a ponerse en tela de juicio los seis títulos conquistados la pasada temporada que les hico merecedores oficialmente de "El Mejor Equipo de la Historia".

Ahora bien, todos estos dimes y diretes se deben a una figura en concreto, la de el árbitro. Ya nadie se sorprende cuando se comenta eso de "los árbitros son muy malos", con lo que esta afirmación ha pasado a estar a la altura de otra tan famosa "los políticos son todos unos sinvergüenzas". Ahí tenemos un gran problema, ambos gremios se han unido y nos dan como bonito resultado un estamento de caraduras.

Desde que el hombre es hombre ha cometido errores, es algo tan viejo como la propia orilla de la mar. El problema es que, estos caballeros, acompañados de sus jueces de línea, cuentan no solo con sus ojos para ver cada jugada acaecida en un partido, tienen a un cuarto árbitro por la zona de los banquillos, tienen pinganillos por los que comunicarse, botoncitos que avisan al arbitro principal de las jugadas, y aún con todo, cometen mas errores que antes.

Irremediablemente los colegiados deben existir en el fútbol, son los encargados de pasar cada jugada por el reglamente y hacerle cumplir. Es una figura que debería de ser respetada pero, hasta cierto punto, el cliente no tiene siempre la razón, tampoco la tienen los profesores, y si con ellos nunca me callé, no voy a actuar de otra manera con los colegiados.

Esta semana hemos podido saber que el colegiado cántabro Perez Burrull ha sido castigado por el comité debido a su actuación en la pasada jornada, tragándose todo tipo de perlas futbolísticas. Un bochorno. ¿El castigo para Burrull? La nevera, es decir, no pitar ningún encuentro en un determinado periodo de tiempo y por supuesto, no cobrar.

¿Son estos castigos los más adecuados? Se ha propuesto esta semana también pasar a los árbitros por exámen, es decir, tanto haces en el campo, tanto cobras en tu nómina. Me parece perfecto, ¡Qué lo hagan ya!, así acabamos con tanta pamplina y tanto pifostio en torno al Fútbol y vuelve a ser ese deporte respetado en el que ni la política, ni las primas, ni los supuestos maletines a los árbitros suplantan el buen Fútbol y los buenos goles.

Un árbitro para los árbitros y por favor, no de sus mismas características.